La verdad cada vez que se ha lanzado una nueva versión del Mini, el nombre de Mini cada vez le queda más "grande". Poco a poco los modelos han ido creciendo tanto en longitud como en ancho de vías en parte para asegurar el divertido comportamiento que tiene uno de las tracciones delanteras más conseguidos en cuanto a sensaciones al volante atesoran.
Lo del tamaño de la versión reeditada por BMW del clásico británico se comenzó a ver como un problema al presentarse la discutida versión Clubman. Pero este límite se ha traspasado ampliamente al lanzar el nuevo e increiblemente ubicado SUV del deportivo utilitario, el Countryman. Parece que no solo nosotros ha notado estos pequeños incrementos de tamaño y la revista británica Auto Express ha creído oportuno comparar el último lanzamiento de la marca con su padre, el original y nunca igualmente conseguido Morris Mini de 1959. Ver como los 3,05 metros del Morris intentan buscar su hueco ante tanta chapa que despliega su sucesor SUV.
Si comparamos los pesos, la diferencia entre uno y otro es justamente el doble, ya que el Countryman alcanza casi la tonelada y media de peso, pasamos de un pequeño utilitario, a un todocamino de difícil ubicación en el mercado aunque de seguro éxito comercial. Comprobar las fotos porque en este caso se cumple el famoso dicho, más vale una imagen que mil palabras.
Por lo menos las prestaciones, agilidad de reacciones y diversión a sus mandos, por lo menos en las versiones normales, la marca alemana BMW ha sabido conservarlo e incluso acentuarlo en uno de los vehículos del culto de los pocos años del S.XXI.
vía: Autoexpress
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